Hago cumbres
en las barras de los bares,
para abolir todos los males
y hago lumbres
donde quemo credenciales.
Y así vivo,
mudo en la expectativa,
es mi vida paliativa,
soy lo tierno y lo agresivo.
Bebo el agua
de las fuentes de la noche,
y yá dijeron que no hay coche,
que no hay calma
que me frene en el derroche.
Y es mi aliento
fuego y arma destructiva,
cargo mirada agresiva
y pasión a fuego lento
decepción de llama viva.
sábado, 13 de marzo de 2010
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