Llevas carga de aullido,
latente en lo impasible,
sin reglar y sin momento
que el arrebato es incidencia.
Mas nada aleatorio
cuando se alimenta a goteo
y el lobo baja de senderos helados,
con rugido grave en lo profundo,
presto a la matanza
cuando acorrala el hielo.
Son dobleces,
ancestro de bestia
que en los tuétanos se esconde,
colmillo seco,
miedo de trueno
y noche de eclipse.
Soy yo,
quizá no,
hay otro,
o tantos como llagas abiertas
en batallas sin gloria.
¿Soy yo, doctor?.
Eres tú
y tú,
eres vosotros.
domingo, 15 de marzo de 2015
Eres vosotros.
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