sábado, 21 de diciembre de 2019

DEL ESTRUENDO VINE

Fue el estruendo el que me trajo
a esta tierra sin abanicos
y enraicé alimentando musgos.

De corcho traigo corteza,
de teja roja la cubierta
y la gotera es ahora la norma
en esta arquitectura fallida.

Perdí el trino entre humos
y aún me tiene querencia el crematorio,
que me hace llamadas perdidas
mientras bailo entre plantas
de cierto hospital central.

Mas calor tengo
de gente que abriga,
que arropa incondicional
y que retribuyo mal
con versos torpes
que cosecho en los desfiladeros
castigados de espumas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente si quiere que se publicará si me place.

SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...