No te fíes,
no te creas nada,
la estafa es la norma.
Mienten las sonrisas blancas,
el blando apretón de mano lacia,
no hay más beso que el de Judas.
Guárdate dentro,
acorázate de las palabras.
Las caricias hieren
cual cuchillas de infamia.
Cuánta fiera razón.
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