Debo salir a la lluvia que no quiero,
mi impermeable es de musgo perpetuo.
La esponja de mi corteza pesa demasiado
con tan frecuente aguacero carcelero de soles.
Mi canalón está atorado de nostalgias,
no desagua todo lo precipitado
y mi tejado de veranos de arcilla,
plagado de goteras de memoria,
no tiene recambio de actitudes.
Habrá que empaparse de lunes,
lunes de puentes dinamitados,
y buscar toallas tras el trayecto
para enjugar lo inevitable.
lunes, 30 de abril de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
Me llegan cantos de terrón en voz de musgo, en voz de ave que sortea los pentagramas volando desde la entraña para arroparme en el duerm...
-
Entre años raros te despliegas en esplendores de esperanza. Entre meses raros y terminales de nuevas eras te proclamas plena, tú, peque...
-
Sujétame un momento la vida que te construya un poema sin mucho cimiento, desmontable a tu antojo, de campaña, que te resguarde y te aco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.