Y uno se cree
a salvo de escalofrío,
mas la vida,
agazapada
tras las columnas
de lo edificado,
te tiende emboscadas
con frescos susurros
que erizan pieles,
aparentemente curtidas.
Y uno se cree
inmune a las pandemias,
y un día,
el virus incubado,
desata fiebres
y sudores retenidos,
y surge la aprensión,
la duda
y el delirio.
Y el vacío,
el hueco de entraña
que demanda relleno,
arrastra la mente,
en remolino turbulento,
a las profundidades
atestadas de corales,
y dónde los peces
orbitan tu cuerpo
que se torna planeta.
Mas todo es sueño,
que dijo el reo,
todo es eso,
hipnótico afán,
impresión latente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.