Ahondando
en la torpeza,
sin brújula
naufrago,
buceo en
autocompasiones
sin batiscafo,
en apnea lenta.
Y es este estar,
por estar sin ser,
demasiado largo
y no emerjo.
De hormigón
los pies,
las manos buscan
brazadas rectas.
Me lanzan cabos
que no alcanzo
mas aun arde
la bengala,
balizando posición.
La escafandra,
forjada a estupidez,
deja pasar las sales.
Erase un alma que encalló
ResponderEliminaren la isla de la soledad
donde agoniza el tiempo
donde mendiga la paz.
Con amargura sintió
el frío de la s¡realidad,
torturada por la voz
que le devolvía la mar.
¿Donde podía hallar
consuelo y bienestar
si en esta tierra soló crece
la espiga de la vanidad?
'