en estos días pesados
en que lo leve se vuelve
impracticable.
Pasajero atónito
de un viaje a ninguna parte,
sin billete de vuelta.
Florece la mentira
en cada sumidero
y la asume como cierta
el teórico de barra,
encontrando causa común
y enemigo distinguible.
Es fascismo polifacético,
multiversado y cuántico,
que cala hondo
en el rebaño
pastoreado a hilo de opinión.
La barricada no es urbana,
es doméstica de dispositivos
por donde ataca quien todo sabe,
pues todo se lo dijimos.
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