Podría morir ahora,
sin inmutarme,
como todos,
al fin y al cabo.
Podría llegar el incidente
no buscado,
o quizá sí,
pero no es hora
de reproche.
Podría cesar
en este empleo,
ser despedido,
que los azares
y los avatares
me rescindieran contrato
que quizá no cumplí.
O sí,
yo que sé.
Siempre estamos
en precario.
domingo, 5 de julio de 2015
En precario.
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