jueves, 31 de diciembre de 2020

QUE OS SEA

Los propósitos en apósito y lo pendiente 
pendiendo en un tendedero a la deriva de los temporales. 

Con las cartas tan marcadas se confunde hasta el gesto del tahúr
y la partida naufraga en el vapor de ruedas 
de un Misisipi sin balsas con niños de tirantes cruzados 
y mocos resecos. 

Lo dejaremos en un blues de los que no nombran a dios, 
un blues pagano y crepitante de pizarra seca. 

Comeremos corazón de ángel en el festín último 
de la comunión blasfema 
sobreviviendo plagas, 
epidemias y riadas de barrio pobre 
en lúbricos carnavales en los que los collares rodean senos 
a modo de rosarios penitentes de irreverencia. 

Que al menos, 
el veintiuno os sea. 

©️Juan Luis Nepomuceno


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