miércoles, 29 de enero de 2014

Imprescindibles

En la memoria la huella,
estampa tatuada
de la presencia huída.
Las obras incompletas,
los oportunos silencios
que evocan caricia de palabra, 
luz cálida de sonrisa.
En la memoria la vida
que ser no pudo,
mas colma los vacíos
con la asunción del eco.
Los imprescindibles,
la siempre breve lección
que precisamos en la forja
de ser mejores.

lunes, 27 de enero de 2014

Noches cuarteadas

Estas noches cuarteadas,
de pergamino seco,
que proyectan luz hueca
sobre el cristal líquido
de las ventanas al dato,
son noches derogadas,
noches sin saldo de vida.
Ruido transparente
de palabras otorgadas
en escritura no tasada.
Me gusta la intención
mas odio el protocolo
del vertido de idea falsa,
procedente imprecisión
compartida en epidemia.
Te leo cancelado,
en suspensión de visita,
y todo es aire
que espesa en malas nieblas.

sábado, 25 de enero de 2014

Bocanada

Morder el aire
para atrapar alivio
a la asfixia que impera
a cada absurdo cotidiano.
Y desafino en partitura
de dentera,
y no puedo ver adagio
en descarrilados acordes
de vías sin peralte.
Ansia que viene
y devora las mesuras,
pretendidas como cláusula
de un contrato amarillento.
Para qué las voluntades
en el papel pintado
con tintas en falsete.
No será hoy tampoco
el día de la alondra.
Fallecen ruiseñores dorados
al paso del graznido.
Será verdad
que la luna miente. 

viernes, 24 de enero de 2014

Presentido

Con verdes racimos
de lágrimas destiladas
decoro las escenas
que desiertas se me antojan,
porque no hay capitel
que mi fuste corone
y como pilar seco
sustento bóvedas de humo.
Es canto viejo,
repetido en trayectoria
porque es bucle la andadura.
Disculpas pido
por estas reincidencias,
cierta es la errata
de los combados renglones,
mas mi argamasa es terca
de adobe presentido.

miércoles, 22 de enero de 2014

Obturador de fugas

Mujeres rotas
de dolores molidos
que en ansiolítico vegetan,
hasta la luminosa noche
en que la ventana ofrece
billete de ida.
Yo te retrato cuando no eres,
sumergida en el estanque
de espejismo
que quizá viste en ese patio.
Cerrando el libro
sin saber de tu relato.

domingo, 19 de enero de 2014

Rostro acantilado

Telarañas de plomo
en las cuatro esquinas,
atrapando sueños
sin reeditar.
No voy a morder
las acolchadas paredes
buscando arista
pero ventana reclamo,
aire madrugado
y luz lavada.
Mas el pasillo ciego
sólo escucha
pasos de visita.
Doce horas
de viento seco
en la isla cubierta
erosionan urgentes
este rostro acantilado.

lunes, 13 de enero de 2014

Sin canales

Si la muerte no lo impide,
el día puede que llegue
en que sea yo,
plenamente autentificado,
envasado al vacío
sin aditivos.
El genuino yo,
no la versión adaptada
a los contextos,
sin licencia poética,
sin dos de azúcar.
Ese día apartaos al paso
de los ángeles negros.
Hasta el amor arrasa
los vergeles artesanos
cuando es viento sin canales.

domingo, 12 de enero de 2014

Palabras prematuras.

Equilibrar el peso
de las palabras silvestres,
paridas sin gestar,
en el cuadro descolgado
de ese clavo indolente,
es el objetivo inmediato
o serlo debiera.
Mas se expande la duda
que en el dolor germina,
rostro seco ante la lluvia inerte,
paso corto,
el reloj dispara alfileres.
La espiral no cesa
en su labor de viento.
Cansancio a baldes
sobre los hombros crujientes.

Mala noche

Y te cantan los dolores,
como si fueran pecados
que labraste ufano,
cuando osas abrir la espita
de la opinión del entorno.
Y tú,
idiota que debes
callar hasta a las farolas
que te arrojan miradas
tibias a tu paso torpe,
osas sacar la rabia
que te pudre a gritos.
Se desmorona la arquitectura
de los puentes sobre el cieno.

martes, 7 de enero de 2014

Partida

Más que probable es
que extemporáneo yo sea
y de ahí venga el desencuentro
con estos días convexos.
Desubicado me llaman,
que el contexto no digiero
y mal acomodo tiene
mi ácido estar,
mi gris presencia.
Desentono
del entorno, 
aun sin encono
en mis perplejidades.
Empatizar pretendo
con las frases maceradas
pero aflora el agrio
a la sazón saturada.
Qué tratamiento precisa
mi patológico desacuerdo
pues si no cuerdo,
loco soy,
y en otro caso
es el paisaje
el erróneo
para esta figura simple.
Será el guión
el impreciso
a falta de director.
No sé,
quizá una ola,
una breve ciclogénesis,
recoloque las piezas
que den coherencia
a esta partida
siempre en jaque.

lunes, 6 de enero de 2014

Escollera

No podrían las escenas
estar siempre al acomodo,
ergonómicas las circunstancias
a nuestros pareceres,
ni mutar las luces de las flores
según los ánimos
pues de nada somos amos,
solo inquilinos pasajeros.
Pero los cristales molidos
amalgamados en melazas
no dejan de ser aristas
de digestión sangrienta.
Por mor de la paz
no se acatan los martirios
y el derecho de presencia,
propia y anexa,
empuja a afilar
desgarro y mordedura.
Mi barca intenta
salvar escollo,
pero tarda siglos
la paciente ola
en modelar la roca,
la piedra necia,
orgullo de mineral
heredado.

Sin querer casi

Martinete de reincidencias,
sin propósito a la vista
de enmendar la absurda vía
que desmantela mis andenes.
Dañar no es amar
por más que el sentir duela.
La melodía no se acompasa
deglutiendo las imprescindibles notas,
obviando los acordes justos
para evitar desafinados.
Duele lo propio enajenado,
aun en calientes paños
de obligada corrección.
Vistas negras
en incierto horizonte
que se hunde vencido
por el peso del escombro.

viernes, 3 de enero de 2014

Los once del Alba.

Alba by Juan Luis Nepomuceno

Hoy que cruzas
la puerta engalanada 
para entrar dispuesta
en la década segunda, 
hoy que aun no pesan
las células perdidas, 
todo es ganancia en tu trayecto 
mas tu crecer me encoge.
Retornan a mi espejo 
tus aladas risas, 
la paz envuelta
que tu calor me daba, 
durmiendo al cobijo 
de rotas nanas desentonadas. 
Tras que la vida te mostrara
que los cuentos también acaban, 
que el colorín tiene grises 
y cárdeno es el colorado, 
por capítulos emborronados, 
que huérfana es la culpa 
de las felicidades difuntas, 
sigues tu andadura leve 
por esta cuerda floja, 
sin mirar a veces
mi atenta mano 
que la tuya ansía. 
Soplarás la oncena 
de pequeñas llamas 
que te suman en el tiempo 
y celebrarás la vida 
mirando al frente, 
que no es momento 
de girar cabeza
en este tramo. 
Vive que te vivo, 
aun en tus ausencias, 
armado de linternas 
borradoras de penumbra. 


SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...