Equilibrar el peso
de las palabras silvestres,
paridas sin gestar,
en el cuadro descolgado
de ese clavo indolente,
es el objetivo inmediato
o serlo debiera.
Mas se expande la duda
que en el dolor germina,
rostro seco ante la lluvia inerte,
paso corto,
el reloj dispara alfileres.
La espiral no cesa
en su labor de viento.
Cansancio a baldes
sobre los hombros crujientes.
domingo, 12 de enero de 2014
Palabras prematuras.
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