Instalado ando en el acorde,
pulsado y rasgado con cejilla,
escapo del punteo
y la filigrana.
Escalo y bajo,
me detengo en sostenido,
y respiro claves de sol de tarde.
El compás me desubica
y me expulsa de la frase,
la repetida en hilo
y duermo sobre nota introductoria.
Mas todo es andante,
no encuentro adagio
y desolado,
suicida decido
robar atriles,
ensordecer.