martes, 30 de noviembre de 2010

ESTA GUERRA NUESTRA

Fugitivo del sueño,
velando armas prohibidas,
ignoro protocolos
y te invado,
osado y furtivo,
incendiando tus defensas
con mieles en llama.
Así me sé,
átomo en el cosmos
que me entregas,
vencedor cautivo
en tus celdas
de paredes de ola.
Felizmente herido
por saetas incendiarias
de ternuras fieras,
sigo la guardia,
vigilante y suicida,
presto a morir de nuevo
en cruenta y gentil batalla
de pieles disciplinadas,
adiestradas de amor
sin acorazar.

sábado, 27 de noviembre de 2010

MAYACINA Y ALEDAÑOS

_DSC0030.jpg
Las aceras exhumadas
de una ciudad en autopsia
muestran dermis
de cemento torturado
y las cloacas
colapsan ahítas
de sueños desechados.
Se maquillan las calzadas 
de rodadas negras,
empolvándose de alquitranes
defecados por brillos de alerón.
Lagrimean las farolas
débiles luces de bajo consumo
que amarillean la existencia
del nocturno caminante,
exhausto de existir,
rodeado de perros
que acechan esquinas
para etiquetarlas de orín huérfano.
El lobo en la ladera
contempla la villa
donde no habita la luna,
resignado al monte recortado.
En el llano,
fúnebre y faraónico,
el castillo de chapa  oscura
que asusta las sonrisas posibles.
La prisión social
dónde la amargura se evidencia,
sin ornamento paliativo.

CANCIÓN DE CUNA PARA UNA PIEL

Duerme sobre la espuma
que me regalas en libro
de páginas apresuradas
de piel de muslo.
Duerme que es hora
de soñar minutos
de temblor a fuego lento.
Duerme que vigilo
los batientes fríos
de la ventana entrometida.
Duerme la mañana
para vivir mis noches,
mis aciertos y desatinos
de búho estático
que patrulla tus colinas
y tus valles de luz líquida.

viernes, 26 de noviembre de 2010

PAVOR

Puedo sentir pavor
por repetir sucesos
distanciado,
espectador mudo
de la tragedia recurrente
donde actúa la sangre
que dí,
como víctima del oráculo.
Puedo abandonar la sala,
sin pedir devolución
de la localidad de amarga cortesía,
puedo silbar tarantelas
para acallar las soleares
de verso estático.
Poder, puedo,
pero duele hasta la huída.

sábado, 20 de noviembre de 2010

FRENOPÁTICO

No depende mi cordura
de la noche o la mañana,
el sabor de la manzana
me vuelve loco o me cura
de este vivir patológico,
de este mal de la luz ciega
que bien me afirma o me niega
en diario despropósito.
No queda retal de seso
para forjar mi cabeza
que a fundirse casi empieza
por argumentos de peso.
Que todos tienen razones
para juzgar el delirio,
las pocas luces de cirio
que aun apilo en mis cajones.
No me busquen tratamiento,
desahúcienme en terminal,
intérnenme en un panal
que haré miel de pensamiento
con polen de aquellas flores
de pétalos de roja idea,
negándome al "así sea",
y a esos dioses tan mayores.
Mis espectros y fantasmas
habitarán la colmena,
como habitaron mi pena
y el vacío de mis palmas.

domingo, 7 de noviembre de 2010

ECO Y RESONANCIA

La estridencia de los ecos
de las voces muertas,
almacenadas en trastero
y regresadas como peste
con pretensión caduca,
ya no ensordecen
mas liberan las rabias.
Luego queda la pena,
atónita por el absurdo
extemporáneo,
y se revisitan los pozos,
las fosas sépticas,
salas de estar de la tristeza.
Pero queda el aire
que acude al rescate,
el calor cierto
de nueva voluntad,
y la sonrisa de una muñeca
que borra el renglón torcido.

sábado, 6 de noviembre de 2010

¡BAH!


Sufrir con motivo,
o como fin último,
como motor de vida.
Recrearse en la tragedia,
día a día como norma,
pausas breves de sonrisa
y retorno a la ciénaga gris
de lodo siempre ajeno.
Dudar de todo,
de todos,
siempre en candelero
bajo sospecha de delitos
reinventados.
Pena,
qué pena
y qué cansancio
este ser tan malo,
este rol de calavera
sembrador de sufrimiento,
el papel adjudicado
en la obra a dos sesiones.
Hastían los silencios,
las palabras breves
tiradas a los pies,
reproche a toda banda,
y es que no,
que uno sabe ya,
desde bien niño,
que la luz le está negada,
que la felicidad es ficticia,
espejismo breve,
que heredó pecados
y purgatorios
que tendrá que administrar.
¡Bah!,
qué hacer o no.

jueves, 4 de noviembre de 2010

AUTOAYUDA (VOLÚMEN I)

Vas tranquilo,
transitando la escalera,
en un descansillo,
la estocada certera,
que te despierta,
que te recuerda,
que a la salida
no siempre hay puerta.
Un fogonazo
de luz intensa,
caes al regazo
de una nube densa.
Por eso mira,
transita sin ceguera,
para y respira,
recambia las aceras
y los portales,
los ventanales,
metales por madera.
Busca los ojos
que miran sin más velo
que los antojos
que el aire hace en el pelo.
Busca una boca
de beso urgente,
el que te desboca
al galope valiente.
Sobrevuela lechos
de sábanas de agua,
sumérgete en ellos
tras tender tu alma.
Recoje las flores
pero sin cortarlas,
guarda sus olores
en recuerdos de nata,
y almacénalos,
atesóralos,
que es mejor que nada,
que es mejor que Dios.

RETORNO DE LOS ALAMBRES

Retorno de los alambres
escupiendo mariposas,
infectado de ansia
de vida que me quede.
Amar, a ser posible;
odiar,  si más remedio
no queda;
sentir, acaso,
evitando el letargo
del cadáver fingido.
Llenar las copas
de aromas de floresta
y brindar a do de pecho
con convidados de piedra.
Esos que se cruzan
en el diario de acera,
recordándonos algo,
algo que no recordamos,
evocando instantes
que pudieron ser.
Habrá que restañar las vías
por las que se cuela la herrumbre
y dar gas a este crucero
poco lúdico,
a veces galera de condenados,
a veces velero bucanero,
a veces, muchas veces,
balsa náufraga en calma chicha.
Escapar del sacerdocio,
del profeta o milagrero,
que no es pecado
lo que no se purga
si se activa la conciencia
y no saltan las alarmas.
Llegar al fin
con la cabeza alta,
despedirse con dignidad
de lo sembrado,
cosechado,
o robado en huerta ajena,
y procurar dormirse
con aliento calmo,
no caer,
apagarse.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Rema el hombre
una barca de papel
sobre las aguas
del miedo.
Porque es el miedo
el motor
y el freno
de los pasos dados
y los obviados.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Mucho suena
el rasgar de las cortinas
cuando el sol entra
a cuchillo frío,
seco,
a destiempo,
sin motivo aparente,
o no apreciado
por la torpeza
del despertar
sin brújula
que interprete los mapas
de los mundos ajenos,
los países amurallados
de silencio sin argamasa.
Y así deberá ser
o así estará escrito
pero no son maneras.
La historia no crece
a borbotón,
derramada sobre
los manteles,
así se vierte todo
y se mojan las rodillas
doloridas de escaleras.
Ignorar la pregunta
sin respuesta lógica
es el estribillo repetido
de una canción
desafinada a propio intento.
No son edades
para astenias de otoño
ni adolescentes rabias
de trasnochado acné.

PEQUEÑO REGALO

En este día lluvioso,  
que nos enmohece el alma, 
mira qué ofrece mi palma, 
palabras de afán precioso, 
no de preciosa piedra  
sino de alma desenvuelta 
por tu carne bien resuelta 
y por tus labios de hierba.  
Porque hoy cumples más vida, 
y a mi lado por azares, 
por eso entrego los mares 
de estos versos sin medida. 
Puede ser regalo pobre 
para la fecha especial 
pero sería fatal 
que hasta esto poco te sobre. 
Porque son pequeñas velas 
para un pastel de ternura, 
llamas leves que perduran 
si entre tus senos las llevas. 

SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...