Si mi palabra hiere
es que atino en la estocada,
pues veces hay
en que la palabra pide sangre,
quejido y lamento
de aludidos sin alusión,
vocación de expiatorio chivo
en el rebaño que más bala.
Cuando el verso escuece
la infección existe,
frase antiséptica
que irrita en terapia.
Al aire vuelan las palabras en reclamo
y no tardará el milano
en acometer presa,
hambriento de la celada,
acicalado en pluma blanca
de presunción pura.
Si mi palabra agrede
es a la contra,
que solo otorgo una mejilla
en el conflicto
y devuelvo a mano vuelta.
Palabra afilada
hurgando en lo cierto,
heridas de luz
que lo falso no sutura.
y devuelvo a mano vuelta.
Palabra afilada
hurgando en lo cierto,
heridas de luz
que lo falso no sutura.
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