Un  año más,
 otro  grado en la escala.
 Otro  tomo biográfico
 en la  estantería,
 haciendo colección
 junto  a lomos sobados,
 las baldas yá combadas.
 Volúmenes de anuario
 que  consultar
 si  procede hurgar,
 evocar,
 añorar
 o  tachar.
 Cuarenta y tres agostos,
 color  de pergamino,
 a las  cervicales
 y a  las pupilas,
 y al  acerbo,
 al  tesoro
 de lo  vivido,
 de lo  sabido,
 de lo  ignorado,
 de lo  errado
 y lo  atinado.
 Lo  gozado,
 lo  sufrido,
 al  fin y al cabo
 lo  transitado.
 Hay  agasajo ritual,
 y  material,
 y  beso y roce,
 y  niña en mejilla
 temblorosa
 de  superviviente
 vocacional.
 
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