Podría usted decirme
por qué me tiene acorralado
en sus palabras difuntas.
No diga nada que todo pesa.
Sus vocales son mis deudas.
Su silencio reactiva.
Pendo de la soga
de su discurso necio
y mutante.
Ya pudrió la promesa
y huele a cadáver cada anuncio.
Libéreme y muera.
Sin rencores se lo digo.
miércoles, 13 de marzo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
La hojarasca borra todo el sendero y los árboles no avisan, como intentan los semáforos tras la nevada urbanita. La importancia de las s...
-
Entre años raros te despliegas en esplendores de esperanza. Entre meses raros y terminales de nuevas eras te proclamas plena, tú, peque...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.