jueves, 30 de agosto de 2018

AVES NEGRAS

Tanto tiró de mi el Cielo 
que enraicé en rebeldía 
y ahora soy árbol ambulante. 

Tanto recé para nada 
que ahora sólo hablo conmigo 
y con las polillas de mi armario. 

Tanto perdón pedí, 
aterrado de avernos, 
que ahora me absuelvo 
a cada poco, 
sin postrar ni celosía. 

Detesto acercar niños 
a los templos de la infamia, 
donde abunda el ave negra, 
depredador de la inocencia. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente si quiere que se publicará si me place.

SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...