Puede que sea así, 
arrojándome silencios
como alfileres en andanada, 
como ganes posiciones 
en la carrera a la que falto. 
Puede que sea así, 
que así reaccione ante la cera, 
fría y viscosa que se seca 
en miradas lejanas. 
Puedes ganar batallas 
en este asedio inesperado, 
que yo me rindo, 
entrego territorios áridos 
si es tu afán. 
Dispara, 
desde las saeteras 
de tus ojos, 
afilados carámbanos, 
que no hay parapeto 
ni armadura. 
Me doy preso 
o me fugo de celdas 
con reja en interrogante. 
Y es que topo 
con lo opaco, 
la tupida arpillera 
que oculta temores, 
dudas arrastradas 
en remolinos de tiempo. 
Y no hay ternura 
tras el burka, 
sólo rejilla 
que no trasluce ojos 
que reían a mis luces. 
Sin acceso al sumario 
no hay defensa posible. 
Convicto de nada, 
acato veredictos de aire, 
de aire seco, 
huérfano de palabras. 
Y serán los temporales, 
temporadas, 
tempranas tempestades 
de tempura de yeso 
que escayola mis labios, 
los que acumulo 
en legajo mórbido 
de acumular las causas.
sábado, 5 de junio de 2010
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