viernes, 9 de febrero de 2018

ESO QUE PASA.

Hay días en que la vida cae,
cae para nada
porque la vida nada es.

Hay días en que te enfangas
y habrá quien diga de ti,
pero qué importa,
a ti que la muerte ronda.

Y te pierdes en un domingo,
extraviado en lo ajeno,
muriendo en la caída
y resucitando en vergüenza.

Mal está causar molestia.

Dusculparse es deber
y humillarse asunción.

Soy lo que hay
que,
hace bien poco,
bien pudo
no ser nada.

Vuelvo a la disculpa y,
quien a la mofa recurra,
bien pudiera mirarse
los pliegues de algodones.

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