Todo parece ir bien pero,
de repente,
sin previa invocación,
comienzan a llover ángeles
con las alas incendiadas.
Desahuciados héroes siniestrados,
expulsados de lo anhelable,
se precipitan disturbando
toda expectativa.
Y es cuando vuelve el frío,
el peso inmenso de lo que no abriga,
cuando el grito se fragua
abortado por principio.
No digáis nada,
eludidme
y transitadme al cruce
que no es día para tratarme.
de repente,
sin previa invocación,
comienzan a llover ángeles
con las alas incendiadas.
Desahuciados héroes siniestrados,
expulsados de lo anhelable,
se precipitan disturbando
toda expectativa.
Y es cuando vuelve el frío,
el peso inmenso de lo que no abriga,
cuando el grito se fragua
abortado por principio.
No digáis nada,
eludidme
y transitadme al cruce
que no es día para tratarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.