Tengo duro el cuero,
curtido a maldades
e impermeable a tu hoja
de rufián de esquina
y calleja.
Antes que tú
hubo otros aceros,
más certeros,
que no abrieron
zanja en mi entresijo.
Inocuo es el veneno
de tu dardo emplumado
para el gaznate encallado
que gasto de hace tiempo.
Yá sé de tus celadas
y de tus tretas felatrices,
viendo la cuajada
que rebosan tus comisuras.
No hay perfume falso,
de los que afanas al sarraceno,
que mitigue el estercolero
que rebosa de tu afán.
Vendrá San Martín,
hozador nato,
mas no valdrá tu entraña
ni para embutido de guiso.
Evita el cruce,
el encuentro,
no busques más
mis desatinos
que tengo garra presta
para amputar gangrenas.
Un verso duro,fuerte.
ResponderEliminarSe diria que estas muy enfadado.
Tranquilo depues de la tormenta llega la calma
Me gustaria entender de que va este verso.
ResponderEliminarNo soy capaz de entenderlo.¿Me lo podría explicar?
Se lo agradeceria.
No me gusta explicar los versos, Doña Meli. Sólo le diré que tienen un destinatario concreto. "Basado en hechos reales"
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