¡Ay! de los males que nos persiguen
y del miedo que compartimos
en la misma casa.
En la casa de territorios distantes
pero comunes.
En la casa donde bailabas
a escondidas,
haciendo pases de modelo
para este niño
que te lloró en los andenes.
Nos vino mal el viento
y quiso repartir anomalías
en el clan que tanto no merece.
Se recreó la mala fortuna
mas la fortuna no existe,
ni buena ni mala,
pero bien podían los azares
haberse dispersado.
Será hora de nuevo
de mirar al frente,
de remar,
de empujar la carreta
de nómadas
sin atender a los sextantes.
La casa de Carmen
no sabe de loterías premiadas,
sí de miedos y males
y alguna vez de alegrías.
y del miedo que compartimos
en la misma casa.
En la casa de territorios distantes
pero comunes.
En la casa donde bailabas
a escondidas,
haciendo pases de modelo
para este niño
que te lloró en los andenes.
Nos vino mal el viento
y quiso repartir anomalías
en el clan que tanto no merece.
Se recreó la mala fortuna
mas la fortuna no existe,
ni buena ni mala,
pero bien podían los azares
haberse dispersado.
Será hora de nuevo
de mirar al frente,
de remar,
de empujar la carreta
de nómadas
sin atender a los sextantes.
La casa de Carmen
no sabe de loterías premiadas,
sí de miedos y males
y alguna vez de alegrías.
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