mejor obviarme,
preferentemente,
prescindirme
más de lo prescindible
que siempre fui.
En días como hoy
hasta yo intento
perder conciencia de ser
eso que soy,
ese que soy.
En estos días
cae la lluvia ácida
que heredé algún día
y funde toda sonrisa posible,
cualquier atisbo
de gesto amable.
Días de la rabia
que engrosa la arteria
que transporta la sangre
que mancha las camisas
que nunca me puse.
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