lunes, 12 de noviembre de 2018

PROCRASTINAR.

No recogí lo tendido 
en los alambres de la memoria 
y se acartonaron las prendas 
tejidas a vida seca, 
partiéndose cual cristales 
que diluviaron sobre un patio 
de luces realquiladas. 

Tanto procrastino 
que debo horas de vida 
al universo que me emplea. 

La nueva era no me verá, 
tras este medievo oscuro 
que rediseña patíbulos 
en las criptas de las catedrales. 

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