domingo, 5 de abril de 2020

LA CIUDAD MÍNIMA

Brotan flores en la despensa 
en este abril de salón, 
esta primavera de interior 
que nos vino dada, 
enfermiza de claustro. 

El bulevar del pasillo 
dispara azahares 
al que procesiona al paso, 
de la cocina a la sala, 
de la nevera al centro 
de este Universo nuevo 
que se constela entre pantallas. 

Esta plaza sin soportales 
recibe el sol de perfil 
sin estatua ecuestre, 
que serán de a pie los tiempos 
a partir de este galope endemoniado. 

Esta ciudad mínima 
de cada cual en cada casa. 

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