Contenido,
mensurado,
leve y casual,
tenue como el roce
de una brisa de aliento
que invoca escalofrío fugaz.
Así debiera ser,
convendría,
algún segundo de cada hora,
el aleteo,
la tibieza,
recostarse en la comisura,
morir de almíbar.
lunes, 30 de junio de 2014
Almíbar
domingo, 29 de junio de 2014
Fiesta de guardar
La luz bastarda
que se cuela a hurtadillas
por mi duermevela
me susurra palabras precocidas,
envasadas para el uso
durante este domingo hueco.
Podré perfumarme de sonrisa,
o quizá no,
quizá mi aroma de cuero correoso
sea el apropiado
para guardar la fiesta,
pasear la triste figura
por esta ínsula Barataria,
engolada de almidón.
jueves, 26 de junio de 2014
Revelación
que nos mintieron a martillazos,
levantaron estatuas huecas
sobre nuestra debilidad de mono aseado.
No da la sangre nombre
ni el clavo sostiene absoluciones.
No hubo pintor de cúpulas
en esta capilla huérfana
y hasta el Sol es grano de arena
de la playa lavada a espuma.
El amor es contractual,
aun firmado entre violines,
y la palabra dada
por perdida puede darse.
No hay ternura madre
tras el grito parturiento
y los cachorros son caníbales
de la entraña placenta.
Nos mintieron
y hasta la flor es trampa.
No será tuya la tierra
ni aun cubriéndote la osamenta,
ni acotando las lindes
con cadáveres transeúntes.
No vende pasajes
ninguna muerte barquera
pues el fin es fin,
punto sin seguido,
abandonado de suspensivos,
sin aparte a doble línea.
Así que transita,
mísero corpúsculo
de minerales lejanos,
y haz lo que te dejen
los azares y sus subalternos.
sábado, 21 de junio de 2014
Mancha
La camisa ahorcada
en un perchero anciano
renuncia a la indumentaria
en días de piel ácida.
La mancha se expande,
late viscosa
en cada rincón polvoriento
y la luz declina
asistencia a evento de cristales.
Plañideras las lunas,
siempre en menguante,
señalan senda de fuga,
rendición o cadalso.
Tras la ventana líquida,
fina lluvia de estío
entona burlona
música zafia,
sones de presidio.
La mancha se expande,
adhesiva y tibia,
mientras la memoria
se esconde
en cajones de ceniza.
viernes, 20 de junio de 2014
La ciudad de cartón piedra.
Necedades
Me dijeron que no,
yo dije sí,
y digno emprendí
peregrinaje reafirmado,
convicto de la discrepancia.
Errado debía estar
el bienintencionado común sentido,
que mi albedrío coartaba
y mis elecciones,
por propias y ajenas al consejo,
deberían tornarse fórmula irrefutable.
Mas los avatares,
adosados a las vivencias,
dan síntoma del mal del necio
y obligan a revisar currículo
y otorgar parciales razones
a los negados augurios.
Tarde debe ser
para recuperar materia
y uno es forja con lo malogrado.
Al final no habrá diploma.
martes, 17 de junio de 2014
Ermita
Con hábito de reincidente
las aceras procesiono.
Cómo me alejo
a cada paso
de la ciudad pactada
y en la mente levanto ermita,
siempre vedada a la romería.
Huraño alacrán
en día festivo,
lepra simulo
para ahuyentar encuentros.
No me irá bien,
no es conveniente,
a veces dudo
si estar es suerte
o circunstancia prescindible
si padecerse es norma.
A dieta de ardillas
se asilvestra la existencia
y el rocío empaña
los tuétanos más ciegos.
viernes, 13 de junio de 2014
SAN XUAN
para asir las ascuas
de alguna tarde enfermiza.
Diría que está bien
que el tiempo se acomode
en las rendijas de la mente,
pero sólo a veces,
que no es cuestión de extraviar momentos.
Veo instalar cachivaches endemoniados
de patronal fiesta
bajo la ahumada ventana
de la oficina,
y cuestiono el ciclo,
el bucle o la espiral
que nos reitera.
Apto no me hallo
para superar la evaluación,
tras tanto cúmulo de experiencias
de las que no conjugo aprendizaje.
Expira la semana
uncida de grasa consistente
que lubrica los raíles
de viajes a tres euros,
amenazante la escoba
entre vagones.
Perra música de choque
y perfumes efímeros
en las tarimas.
Juan me llamo
y su santo se celebra
en tierra laica
de procesiones rojas.
Paganas hogueras
donde conjurar los males,
bombardeando al Cielo
con coloreadas pólvoras.
Las siete
Deben ser las siete,
al menos.
Creo recordar
el gemido leve
de la alarma del móvil
ahogándose bajo la almohada.
Debo activarme,
liberarme de esta seda
de tejedora araña
que horizontal me retiene.
Responsabilidades
que atender para nada,
para nada sirve
lo cotidiano,
o quizá sí,
pero a veces me enajeno
y ajeno soy
a lo que de mí se espera.
Qué viernes,
creo,
me esperará esta mañana
que veo desde la altura,
levitación desganada
desde un nimbo espeso,
y los rostros jerarquizados
murmuran ajenos a mi presencia.
Deben ser las nueve
y tarde llego,
turbado salto
hacia el café
y la ropa aun tibia
de envolverme.
Otro día,
otra excusa,
o quizá aquí siga,
en engañosa duermevela,
víctima del espejismo fronterizo
entre el sueño
y la vigilia.
Debe ser tarde,
la luz me acusa.
jueves, 12 de junio de 2014
VA
miércoles, 11 de junio de 2014
DESPEDIDA
Cuando se debilita el orbe
y oblonga torna su osamenta,
las órbitas recorridas son obviadas
y se resaltan geografías,
valles y cimas,
y simas,
y seísmos.
Mucho lustre,
herrumbre mucha,
sobre los metales prendidos.
Los pilares de la Tierra
ortopédicos se antojan
y lo ecuestre no ha lugar
en los días de pájaros azules,
veloces mensajeros
de la consigna propicia.
Pasar revista
a la guardia vieja,
desencantada del estandarte,
que murmura faldas alzadas
tras tapices polvorientos.
Viaje final,
tren de Lisboa,
el hijo del marino
sonríe poco
en la aridez castellana.
lunes, 9 de junio de 2014
Tiempos sin espacio
Un teléfono suicida
cuelga inerte de un radar de semáforo.
Sobredosis de datos
provocaron la demencia.
Bailan valses los satélites
borrachos de odiseas
con retardo.
Muere un libro cada día
y los píxeles de tu imagen,
indignados sobreexpuestos,
desdibujan tu rostro a barricadas.
El hombre quieto,
figura de andén,
sonríe amargo,
esnifando café
convenientemente
descafeinado.
domingo, 8 de junio de 2014
Días de gente
Días hay
de buena gente.
Gente especial
de luz palpable,
ojos de blues,
voz en acorde.
Gente que a pares va,
certero encuentro
que se constela
y siembra brisas
por los planetas
de la otra gente
que los encuentra.
Gente mía,
nuestra gente.
sábado, 7 de junio de 2014
MENINA
dieta de ausencias,
me alimento de horas vacías,
hueco tiempo diurético.
Luzco palmito de hidalgo,
desnutrido de esperanzas
y en el sueño combato
contra gigantes de aspa seca
que custodian tu cautiverio.
Mas despierto y descabalgo
de bruces contra el pavimento,
el hueso cruje y el alma escarcha.
Asumo tu crueldad de infanta,
menina atrapada en lienzo amargo.
miércoles, 4 de junio de 2014
CARNE
carne sedienta de zumos,
es honesta carne exploradora,
carne que persigue lo encarnado
y las aguas bravas donde la carne explota.
Carne viva, encarnadura,
carnal ofrenda y sacrificio,
sal carnosa,
violín de espumas.
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
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