martes, 2 de agosto de 2016

Roca y arena.

Cierto es que me disperso en racimo,
me atomizo como llovizna,
soy roca,
soy arena,
soy muchos,
siendo yo solo,
bien poco, al cabo,
demasiado a veces.

Me doy y me reparto
o me encierro y me niego,
vuestro
o sólo mío
en mi núcleo huraño,
mi sólo ser
sin estar siquiera.

Será el polvo de estrellas
que nos forja,
el que nos expande
y nos condensa,
colapsándonos a cada poco.

Y puede un paso
ser salto al vacío
o cruce de frontera.


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