domingo, 10 de marzo de 2019

DESPEDIDA DE GUADIANA

Con sol abierto
de luces en bandada,
el suroeste nos despide
besándonos en aceituna.

Los muros viejos,
de mil guerras doloridos,
sonríen a nuestro paso,
rumbo al norte,
y el río convaleciente
del invasor camalote
se despereza grato.

Atrás queda el redoble,
la máscara y la murga,
la sangre y la crianza.
La memoria de las calles
y la madre sentada
frente al televisor farsante.

Volvemos a la Ciudad de Paso,
donde el carbón hace testamento,
desde la frontera de agua calma
donde el futuro firma el paro. 

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