viernes, 29 de marzo de 2019

EL RETORNO DEL HOMBRE DE CENTENO

Cansado despertó,
como siempre últimamente,
el hombre de centeno
en el sofá de cine clásico
televisado en plataforma.

Se reubicó en el espacio tiempo
y le llegó el sabor amargo
de las vivencias torpes.

Las preguntas manidas
del porqué y para qué,
las que se lanzan al cielo
vacío de gorriones.

El hombre de centeno
se lavó el cereal rostro
y sonrió al espejo.
“Si no te quieres tú...”,
le dijo el reflejo
con gesto amable.

Y así salió a la calle
de los viajeros de cercanías
y los yonkis habituales,
bebiendo el último aire
de un marzo paliativo,
cantando mentalmente
un aria de Tosca
y saludando a los árboles
al paso.

Era viernes
para el hombre de centeno
y se impregnó de música,
sorteando ancianos
de tergal brillante. 

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