Todo pavimento es lodo
en los días gelatinosos
y el calzado te lastra
cada paso.
Las palabras se espesan
manchándote el oído
de ceras refundidas.
El mínimo esputo
es ácido y erosiona
como plomo hirviendo.
Las risas son todas en falsete,
engoladas y lentas,
como golpe en yunque,
retroactivas en lo nocivo.
En los días de caldo gordo,
tibio y grumoso,
las defensas se retiran
entregando la plaza al enemigo.
Los paisajes se derriten
y el color se desafina disonante.
En los días de mala baba
todo es mucosa,
toser no alivia
y el dios que no es aprieta
pero sí ahoga.
en los días gelatinosos
y el calzado te lastra
cada paso.
Las palabras se espesan
manchándote el oído
de ceras refundidas.
El mínimo esputo
es ácido y erosiona
como plomo hirviendo.
Las risas son todas en falsete,
engoladas y lentas,
como golpe en yunque,
retroactivas en lo nocivo.
En los días de caldo gordo,
tibio y grumoso,
las defensas se retiran
entregando la plaza al enemigo.
Los paisajes se derriten
y el color se desafina disonante.
En los días de mala baba
todo es mucosa,
toser no alivia
y el dios que no es aprieta
pero sí ahoga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.