sábado, 16 de febrero de 2019

HASTA AQUÍ LLEGUÉ Y AHÍ SIGO

Me fui de allí,
herido en la argamasa y la urdimbre,
respirando pétalos
a tos en grito,
con una maleta nueva
de mimbre de marisma.

Y hasta aquí llegué
cojeando de espino,
libre y desvergonzado
de cara enjuagada en fuente
de algún peregrino camino.

Hasta aquí llegué
desnudo a granel,
con la hierba más fresca
creciéndome en los pliegues,
vegetal y sustantivo,
riéndome a pleno alarde.

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