jueves, 10 de mayo de 2007

EXPERIENCIA Y GRADO

Recorrí calles tortuosas,
hechas de adoquines de miseria,
paredes sucias de desesperanza
y farolas opacas
de débil luz de emboscada.
Carne ajada en oferta de portal,
hambre de jeringa
y venas acorchadas
eran bodegón grisáceo
de cualquier umbral.
Ví las cloacas
donde tú desaguas
desde tu pulcro retrete
de bien pensante.
Sumergido en lodo,
jugándome todo,
frené el avance de las bestias,
para que no las vieras,
encerradas bajo siete candados,
lejos de tu salón biblioteca.
No juzgues lo que no ves,
ni quieres siquiera oler,
no defeques moral,
ni principios absolutos
desde el metraquilato,
baja al fango
y entonces,
empapado de lo real,
podrás teorizar la idea.

4 comentarios:

  1. Hoy era un día de princesa-dragón.

    Pero eso usted, Ramirez, no lo sabe.

    "Sumergido en lodo,
    jugándome todo,
    frené el avance de las bestias,
    para que no las vieras,
    encerradas bajo siete candados,
    lejos de tu salón biblioteca."

    Hasta mañana...por la mañana.

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  2. Siete candados, como siete pecados.
    Parece que las sensaciones más extremas son de las que más productividad sacamos, sea amor u odio. Qué gran desahogo es escribir, aunque yo todavía no soy muy capaz y no porque no tenga pesos de los que desprenderme, sino porque ya son muchos años guardándomelos y las costumbres, ya se sabe, son poderosas.
    A mí nunca se me ocurriría pensar de nadie que no arrastre losa alguna, por muy ligero que aparente su caminar..
    Buenas noches.

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  3. Estimada Elbereth:
    No sé de princesa ni de dragones. Mis experiencias son más del siglo pasado y de callejones hostiles.
    Susana:
    Gracias por venir, aunque no sé si habrá venido en moto, tal y como me ha contado un conocido común. Un saludo en "V" y ráfagas, y espero se encuentre bien.

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  4. "V"

    :-)

    (soy diez veces más dura de lo que aparento, quizá necesitara multiplicarlo por otros diez)

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Comente si quiere que se publicará si me place.

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