Te encontré entre las algas
de una noche de mareas,
nocturna y acompasada,
sonata de caracola.
Corsario errante,
amarré en tus muelles,
sin botín,
lastrado de tempestades.
El tiempo nos templa
y nos incendia a ratos
aunque horas de hielo
se hagan notar en las fronteras.
Camino queda
sin espera de catedrales.
La vida es peregrina
y gusta de escaleras,
pero praderas ofrece
en descansillos azules
donde amasar la carne
con rocíos frecuentes.
Día a día yo,
lo mío,
día a día tú,
lo tuyo,
día a día nuestro.
martes, 15 de octubre de 2013
Día a día
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
Me llegan cantos de terrón en voz de musgo, en voz de ave que sortea los pentagramas volando desde la entraña para arroparme en el duerm...
-
¿Tiene algo qué decirle a alguien querido u odiado pero no sabe como hacerlo de forma original?. ¿Tiene un amor secreto a quién sorprender ...
-
Yermo en palabras, catastrófico en versos, me derramo por los días en vertido silencioso y ajeno casi a esta atmósfera que improviso de ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.