buscando candor de nieve
y encontré el mármol más lapidario
en estos días de pedernal.
En un desierto perdido
busqué el frescor
de oasis de melosos dátiles
y conocí el amargo sabor
de un árido viento
levantando dunas.
Volví a casa, desolado
tras lo pródigo,
y tuve pan blanco
y luz de mañana
y planchada sábana
donde llorar lo andado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.