martes, 17 de marzo de 2020

EN CASA

Quédate en casa,
nada se te perdió en la calle.

Como en casa de uno
en ningún sitio.

Como en casa de uno...
En casa de uno....
En casa de...
En casa.

En casa hasta llovizna
emoción en grano,
se respira la humedad
y el vaho de las presencias,
el rastro de las ausencias
y el calor de lo posible.

En la calle nada,
nada se te perdió
salvo el abrazo,
la gente y lo urgente,
lo comunal y turgente
que siempre fue
y a serlo volverá
cuando la autoridad decrete.

Quédate en casa
que en casa bien te hallas
hasta que la alarma se haya
diluido en las vacunas.

Quédate en casa,
en la etiqueta y sueña
con un paseo largo
por cualquier orilla
de templada espuma.



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