Que sepa usted que soy corriente,
yo nunca tuve pretensión de altura,
que tenga gesto tosco e indolente
quizá se deba sólo a la impostura,
uno no goza de mucho don de gentes
que a mi la masa me la trae madura.
Por qué ese afán de alistarme
y de darme filiación,
si por casar yo no caso
ni con Dios.
Que tengo amigos no voy a negarle,
y cada uno con su coyuntura,
honrosos hijos de su padre y madre,
con su contexto y su infraestructura
y gran paciencia para soportarme
como yo hago con sus desmesuras.
Como la vida es compleja,
algún amigo perdí
pero no siempre fue, vieja,
por mí.
Y de los amores mejor ni contarle,
que fui surtido en esta corta vida.
Hay cicatrices y algún agradable
recuerdo tierno por mi geografía.
Pecaditos, alguno inconfesable,
que yo perdono pues son cosa mía.
Y qué le importará a nadie
todo lo que le conté,
si no tuviera bastante
yá usted.
domingo, 16 de noviembre de 2014
Monólogo complaciente
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
Me llegan cantos de terrón en voz de musgo, en voz de ave que sortea los pentagramas volando desde la entraña para arroparme en el duerm...
-
¿Tiene algo qué decirle a alguien querido u odiado pero no sabe como hacerlo de forma original?. ¿Tiene un amor secreto a quién sorprender ...
-
Yermo en palabras, catastrófico en versos, me derramo por los días en vertido silencioso y ajeno casi a esta atmósfera que improviso de ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.