sábado, 8 de noviembre de 2014

Pequeñas cosas

Se escapa la mañana 
entre teclado y café insistente. 
Habrá que vivir, 
por ejemplo, 
bajando a la superficie del fregadero 
que clama por atenciones. 
Nada trascendente, 
muy mundano pero consistente 
argumento de existencia. 
Orden y concierto en lo pequeño, 
no todo es mente 
y la bayeta ayuda a comprender realidades. 
Asaltar la cocina 
y ejercer la alquimia en vitrocerámica, 
alteraciones moleculares para el alimento 
de este envase de demencia congelada. 
No hay entusiasmo 
en la tarea irrelevante, 
pero consuela pensar 
en Diógenes sufriendo.

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