En tu aire me retuve y me entretuve hasta el ahogo
y las palomas ciegas anidaron en la orilla
de aquel río de palabras sucias
en el que el cieno era dorado,
limo dulce y fermentado
en los veranos más crueles.
Fue allí donde pesqué salmones de alabastro
con cebo de luciérnagas incendiarias.
Luego emigré a la espuma del gris roto
de sales del deshielo
y a la tierra ordeñada en negro,
abonada en rojo,
que entrega frutos de corta temporada.
En tu aire me retengo y me entretengo hasta lo propio
y habrá tórtolas gritando consignas
en las encinas encaladas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.