lunes, 14 de septiembre de 2020

ME AMANECIÓ


 Hoy me amaneció el silencio, 

el silencio atroz que me acompaña, 

el silencio atroz que acalló la voz de un cómico. 

Voz de quinta galería 

de cualquier mina, 

de palacios de la intriga, 

de los celos y lo trágico 

del tiempo de algún ministerio, 

voz de Rey, 

de saltimbanqui, 

juglar y bufón en pasacalles, 

el arte y la memoria en la que habitas. 

Hoy me amaneció la ausencia, 

de las ausencias que son abismos 

cuando la presencia fue siempre tanta, 

impecable, incontestable de honesta, 

de bonhomía de andante por carreteras de la legua, 

tan hidalgo como escudero. 

Breve tiempo compartimos, 

breve tiempo de territorios comunes, 

libros y salas de espera, 

malditas salas de espera, 

el peor escenario que nadie nunca quisiera. 

Hoy me amaneció el desgarro 

el desgarro de un telón 

por el que hace mutis un hombre entero, 

cabeza alta y gesto serio 

con la galanura de los grandes, 

con la sonrisa en los ojos 

que solo tienen los buenos. 

Lobo joven, 

lobo fiero. 

Hoy me amaneció el dolor 

y los momentos. 

3 comentarios:

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