Cuando los andenes eran grises
y el tren odiado
como ladrón de afectos.
La bicicleta corcel,
leal confesor
en las huídas.
El amor era nube
de azúcares inocuos
y la charca océano
o río africano
donde reina el mono blanco.
Cazar tigres
al vuelo
como el malayo corsario
o aplastar mezquinos liliputienses
tornado en Gülliver.
domingo, 8 de septiembre de 2013
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