viernes, 30 de octubre de 2020

DESVARÍO MADRUGADO


 Todo se reduce a lo fundado, 
a lo infundado 
y a lo convenido, 
que mejor no cambiar los ritmos 
por lo de lo primigenio, 
los acomodos 
del contexto a la medida del ocupante 
en lugar de a la inversa. 

Y así crecimos, 
en la tasa, 
tasando y graduando, 
etiquetando accidentes geográficos 
y anillando palomas adúlteras 
engendradoras de dioses. 

Obsesión por el monolito y la altura centrípeta, 
la lujuria de la llama 
y la sangre en símbolo en lugar de vehicular jugo 
de transportar nutrientes. 

Segregar, por género, raza o estamento, 
que mejor aparcelar 
ante el miedo a ser menos que nada 
que es lo que somos en acierto. 

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