lunes, 5 de octubre de 2020

LA DEMENCIA DE ESTE LUNES

Hoy silbaban las balas por el pasillo de este hemisferio, 
entre la cocina y el baño, 
en una batalla cruenta de sueños extraviados, 
húmedos de llovizna y charco, 
los que habitaban mis bolsillos recién vueltos. 

Me parapeto a veces tras la camisa arrugada, 
la que nunca puedo planchar 
porque el vapor la rellena de cadáver propicio, 
y sorteo el plomo que se desliza 
por las paredes abiertas, 
entre tuberías. 

Mujeres cuarteadas de yeso dicen mi nombre 
a media voz 
y recuerdo aquellas noches plegables 
donde guardé todos los viajes. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente si quiere que se publicará si me place.

SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...